El primer cuarto fue el fiel reflejo de cómo iba a transcurrir el partido, con un Obradoiro muy serio en defensa y con paciencia en ataque y un Baloncesto Fuenlabrada con ganas de agradar al público pero que nos llevó a la precipitación en ataque y al nerviosismo generalizado durante el encuentro. El equipo daba la sensación que jugaba demasiado rápido, cómo si todas las jugadas fueran la última del partido.
En este primer cuarto, el Obradoiro siempre fue delante en el marcador y en los primeros cinco minutos el marcador mostraba un 4 a 11, tras cometer Chuck la segunda falta personal y posterior técnica para acumular en el inicio del partido tres falta. No obstante, el Fuenla seguía luchando y con dos triples de forma consecutiva de Jon y Leo el marcador se ajustaba a 14 a 15, pero Obradoiro seguía haciendo su trabajo perfectamente y finalizó el cuarto con 16 a 23.
En el segundo cuarto, el Fuenla salió con brío y a base de tener acierto en triples y mucho esfuerzo defensivo el equipo logró igualar el marcador a 30 en el minuto 24 e incluso ponerse por delante en el minuto 26 por 36 a 35 gracias a dos tiros libres de Feldeine. Al final del cuarto, el marcador reflejaba un 43 a 46 y la sensación de que tres puntos por debajo era buen resultado al descanso después de lo visto hasta ese momento.
Después del descanso, comenzó el show de Mejdi. El pivot gallego anotó 13 puntos en el cuarto y lo más importante, no permitió en ningún momento canastas fáciles gracias a su intimidación. Al final del cuarto, 57 a 62 y con todo por decidir.
En el último cuarto, los primeros cuatro minutos el Fuenlabrada se puso a uno, 67 a 68 con cinco puntos consecutivos de Feldeine, pero el Obradoiro no pareció sentir la presión y aguantó el tipo, con el mismo juego de inicio y volcando su ataque en Corbacho, que asumió la responsabilidad. Y llegó la jugada clave del partido, a falta de algo menos de 2 minutos, Leo comete una falta personal y le dice algo al árbitro que le pita una técnica que sentencia el partido ya que se pasa de un 69 a 73 a un 69 a 76 y con posesión de los gallegos. De ahí y hasta la finalización del encuentro, despropositos por nuestra parte, derivados de la ansiedad.
En conclusión, perdimos un partido que teóricamente teníamos marcado como ganable y nuestra carencia en el juego interior es notable, con un Sene que está muy lejos de la forma deseada y un Chuck, que por segunda vez consecutiva se carga de faltas muy al inicio del partido. El mejor pivot ayer fue Laso, lo cual nos alegra mucho, pero es un mal síntoma para un equipo que necesita que sus pivots comiencen a funcionar.
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